¿Cómo ser recíproco o cómo aprender a entablar relaciones de correspondencia con nuestros amigos, compañeros, asociados, colegas y futura pareja si no aprendimos a ser honestos, transparentes y sinceros en nuestras relaciones familiares y estudiantiles?
Saber quiénes somos, cómo son los demás y
ser tolerantes, constituye para los niños y niñas el primer elemento esencial
que les facilita establecer adecuadas relaciones interpersonales que les
permite vivir en sociedad, pero con la práctica y aprendizaje de nuevas
experiencias de convivencia cada vez más maduras, los niños y las niñas pueden
establecer relaciones personalizadas en forma cada vez más eficaz, hasta
trascender el plano de las diferencias. Al entender que éstas, al no irse en contra
de sus individualidades, les permite complementarse, darán el paso al
establecimiento de relaciones recíprocas en las que dar es tan importante como
recibir.
¿Cuál es el papel de padres y maestros en el
proceso de ayudar al niño y a la niña a superar el plano de las diferencias y
encaminarlos hacia un adecuado establecimiento de relaciones interpersonales,
personalizadas y recíprocas o de correspondencia?
El primer paso es entender que no formamos
niños y niñas para nosotros mismos sino para que cumplan una función dentro de
la sociedad y que ayudarles a recorrer el camino en forma exitosa hacia su
autonomía y realización de sus sueños debe ser motivo de satisfacción para cada
padre, madre o maestro. En concordancia con esto debemos: (1) practicar el
diálogo en todos los niveles de la vida familiar y escolar y escuchar los
puntos de vista de todos e incluso de los más pequeños porque ellos también
tienen algo que decir, (2) ser sinceros con nosotros mismos para ser
congruentes tanto en lo que decimos como en las manifestaciones de afecto y
practicar la honestidad en todo lo que sea posible y (3) retribuir desde un
saludo hasta las manifestaciones más sencillas de afecto y los detalles, así
sea con un agradecimiento, un abrazo, un beso o un sincero apretón de manos si
no son posibles otras alternativas similares a lo recibido, que sería lo ideal.
Al educando le debe quedar bien claro que la
vida es un continuo dar y recibir y que de este equilibrio depende el éxito de
las relaciones humanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario